Crearlo cuesta Bs. 53.750 (25 mil dólares)
Para realizar las prácticas de médicos residentes son ideales los quirófanos virtuales Crear un quirófano virtual puede no resultar una novedad, pero si se agrega que el proyecto es desarrollado en Venezuela, con profesionales de acá¡ y que es el único prototipo de envergadura que se construye en Latinoamérica, toma dimensiones mayores.
Y es así. El Instituto Nacional de Bioingeniería y el Centro de Computación Gráfica de la Facultad de Ciencia de la Universidad Central de Venezuela (UCV) ya tienen listo el proyecto, y lo han mostrado en otros países del subcontinente.
El doctor Miguel Cerrolaza, quien está¡ a la cabeza del Instituto Nacional de Bioingeniería, adscrito a la UCV, explica que el quirófano virtual no tiene un paciente real sobre la mesa de operaciones, sino una imagen generada por computadora que los médicos pueden tocarla gracias a unos guantes especiales.
Esto lo están haciendo la mayoría de los países desarrollados del mundo para abaratar costos, porque los quirófanos reales son muy caros.
Los médicos entran en contacto con una imagen del paciente, creada a partir del cuerpo de la persona digitalizado a partir de tomografías computarizadas.
Los costos son elocuentes. Cerrolaza lo explica con números: Un quirófano real cuesta unos Bs.F. 215 (100 dólares) la hora en Venezuela y varias ciudades latinoamericanas. Se necesitan alrededor de 10 horas al dia para entrenar al personal, lo que aumenta la cifra a Bs.F. 2.150 (1.000 dólares), por 30 días de uso son 64 mil 500 bolívares fuertes (30 mil dólares). Y esto es para el entrenamiento de médicos residentes
Ahora hace la comparación: el Instituto Nacional de Bioingeniería puede generar un quirófano completo, con todo, por Bs.F. 53 mil 750 (25 mil dólares). Con un mantenimiento mínimo de corriente eléctrica y limpieza.
Si el quirófano virtual es comprado en el mercado extranjero (Alemania, por ejemplo), su costo será¡ de Bs.F. 860 mil (400 mil dólares).
Mas allá de lo económico que pueda ser, estamos desarrollando una herramienta que permite el entrenamiento de los médicos residentes sin poner en riesgo a ningún paciente, dijo Cerrolaza.
En cuanto a la opción del uso del cadáver en las prácticas, Cerrolaza dijo que, además de costoso, es algo que ya está¡ dejando de hacerse, por respeto a regulaciones internacionales.
En el desarrollo participan entre 10 y 12 personas del instituto que dirige Cerrolaza, en conjunto con el Centro de Computación Grafica de la Facultad de Ciencia de la UCV.
La profesora Omaira Rodríguez es la líder del proyecto.
Ellos diseñaron la realidad virtual y las herramientas (software) para generar el ambiente, y nosotros la parte de bioingeniería: diseñaron las prótesis y les pasamos la información a ellos, para que la puedan generar por computadora, explica el doctor.
Aclara: allá no hay nada, pero se crea la sensación de que se está¡ operando a una persona.
El prototipo funciona actualmente en el Centro de Computación Gráfica, en la UCV. Pero todavía no se han hecho las simulaciones. Cerrolaza espera que en seis meses pueda estar ya listo un prototipo consolidado, para hacer una prueba piloto en un hospital.
Se puede simular cualquier tipo de operaciones, incluso hacer planificación pre-operatoria, que permite al médico ver como se desarrolla una intervención antes de abrir al pacientes
Se felicita: a esta tecnología nuestra, con muchachos nuestros. Hemos desarrollado una versión mucho mas económica que cumple las mismas tareas de un quirófano extranjero.
El doctor Cerrolaza ve hacia el futuro para poner un ejemplo de la aplicación tan importante de este proyecto. Imagínate un ambulatorio en una población de los llanos venezolanos, apartada, que jamás soñaría con tener un quirófano para entrenar a nadie. Con esta tecnología se puede desarrollar un prototipo pequeño, sencillo, con un mantenimiento mínimo.
Lo se necesitan proyectores, computadoras y un casco de realidad virtual. Son costos no altos, y el Estado venezolano podría hacer la inversión.
Dos funciones
Cerrolaza destaca las dos funciones que cumple el Instituto Nacional de Bioingeniería de la Universidad Central de Venezuela: desarrollo de tecnología para la medicina venezolana y la formación de profesionales.
Estamos obligados a formar recursos humanos, por eso hacemos postgrados y otros estudios de especialización, dijo. No es solamente un instituto que hace investigación. Es uno de los mas grandes de Latinoamérica, que forma recursos humanos y somos lideres en el área
Cerrolaza destaca las dos funciones que cumple el Instituto Nacional de Bioingeniería de la Universidad Central de Venezuela: desarrollo de tecnología para la medicina venezolana y la formación de profesionales.
Estamos obligados a formar recursos humanos, por eso hacemos postgrados y otros estudios de especialización , dijo. No es solamente un instituto que hace investigación. Es uno de los mas grandes de Latinoamérica, que forma recursos humanos y somos líderes en el Area.




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